Operación Tusy

Veintiún detenidos de la banda que prostituía a jóvenes colombianas y traficaba con cocaína rosa en el Campo de Gibraltar

Droga, dinero y utensilios incautados a la organización internacional.

Droga, dinero y utensilios incautados a la organización internacional. / E.S.

La Policía Nacional ha dado por concluida la investigación, desvelada por Europa Sur el pasado mes de julio, sobre una organización criminal de origen colombiano que captaba a mujeres jóvenes en ese país y las trasladaba al Campo de Gibraltar para prostituirlas en casas de citas de Algeciras, La Línea, San Roque y Los Barrios tras doblegarles la voluntad con cocaína rosa que la propia banda elaboraba. La red ha sido desarticulada con 21 detenciones. Diez de los arrestados ha ingresado en prisión por orden del Jugado de Instrucción nº 3 de Algeciras.  

Veinte de estas chicas, todas de un bajo nivel cultural, de entre 18 y 21 años y procedentes de zonas deprimidas, fueron liberadas tras comprobar los agentes que estaban siendo explotadas sexualmente. Todas se encontraban en una situación de extrema "vulnerabilidad social y económica" que "las impulsaba a venir a España en busca de un mejor porvenir", según ha explicado el inspector jefe de la Policía Nacional Carlos Fernández Cantero, quien ha detallado que se les ofreció "la asistencia y la protección que dispensa la ley y los protocolos al respecto" y fueron derivadas a entidades especializadas en la asistencia integral de víctimas de trata.

Durante el operativo, que contó con más de cien agentes, se realizaron 14 entradas y registros. Los miembros de la organización captaban a las chicas a través de contactos en el país de origen o mediante las redes sociales. Según narra la Policía Nacional "se encargaban de gestionarles los billetes de vuelo y las reservas de hoteles para hacerse pasar por turistas una vez llegaban a territorio español y así evitar cualquier sospecha ante posibles controles policiales". En cuanto pisaban suelo español, eran recogidas y desplazadas directamente a las las casas citas donde posteriormente eran explotadas sexualmente. "Con todo ello, contraían una deuda que tenían que pagar con el ejercicio de la prostitución. Las mismas personas que recogían a las chicas eran los encargados de gestionar las casas de citas y controlar a las chicas. Mientras permanecían en las casas, las chicas estaban sujetas a horarios y si no los cumplían eran multadas con el aumento en el importe del deuda", explica.

El propio grupo criminal cocinaba la sustancia estupefaciente, conocida también como Tusy, para distribuirla también entre los clientes a través de las chicas. Primero se proveían de cocaína, que posteriormente adulteraban en laboratorios con diferentes sustancias altamente adictivas durante un proceso de cocinado que culminaba con la elaboración de dicha sustancia.

Después, obligaban a las víctimas a consumirla, "generándoles una fuerte dependencia que aprovechaban para doblegar su voluntad y tenerlas bajo su influencia y control". El entramado criminal contaba con diferentes casas donde podían elaborar dicha sustancia, para distribuirla por la red de viviendas-prostíbulo que estaban bajo el control de la organización.

Tras un año de investigación, desde octubre de 2022, la investigación ha culminado con la detención de 21 personas por la comisión de delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos, relativos a la prostitución y tráfico de drogas.

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